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En la comparación interanual, el sector de la construcción en Entre Ríos perdió casi un 10% de puestos de trabajo formales hasta julio. Los últimos dos meses aceleraron aún más esa caída, con parálisis de obras en el sector privado y también en gran medida en el sector público 

En un rubro con alta informalidad, el impacto de la brusca devaluación y la aceleración del proceso inflacionario es aún mayor en el resto de los obreros en negro.

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El último informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción midió que la cantidad total de puestos en blanco alcanzó en Entre Ríos a 8.379 obreros hasta julio inclusive. Esa cifra representa un 10% menos que un año atrás. Es decir, más de 800 personas en la construcción fueron cesanteadas, no por la finalización de una obra, sino por la parálisis de muchos frentes que acusan falta de fondos para continuar, fundamentalmente en el sector público.

A ello, si se tiene en cuenta la profundización de la crisis y recesión, y la nueva corrida cambiaria, en agosto y septiembre la sangría no se detuvo.

En el país el informe muestra que la caída en el nivel de empleo formal en la industria de la construcción durante los últimos tres meses ha resultado generalizada.
Preocupación gremial

«Estamos realmente preocupados por las obras. Los trabajadores de nuestro rubro comprenden que no son de larga estabilidad; lo que indigna es cuando sabés que hay trabajo para realizar y se corta, por eso es indudable que hay malhumor. Distinto es cuando trabajás seis u ocho meses y la obra termina», dijo a UNO Walter Doronzono, titular de la delegación Entre Ríos de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra).

El sector privado, evaluó, se mide por los costos de inversión y los valores del metro cuadrado, y como eso no se puede definir ante semejante incertidumbre económica, se frenan, explicó el dirigente.

En el caso de la obra pública, fue público el caso de los trabajos detenidos en la zona sudoeste de Paraná, correspondientes al Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba), debido a la falta de envío de fondos por parte del gobierno nacional.

Doronzono mencionó también obras emblemáticas como la ruta 18, que se paralizó, las dificultades que está teniendo la construcción de la planta potabilizadora en Concordia, y también la Defensa Norte en Concepción del Uruguay, frenada hace poco menos de un mes. En este caso, la empresa retiró el obrador, aunque según confirmó el dirigente gremial, hay predisposición para retomar la actividad.

«Es indudable que hay obras que tienen un presupuesto de 2015 o 2016, entonces están pidiendo actualización de valores. Es un problema de las empresas, bajan su ritmo de obra y paran a los trabajadores, por eso se incrementa la pérdida de puestos», razón Doronzono.

En tal sentido, insistió que las empresas plantean este inconveniente: «Pero los costos suben y nos dicen hasta cuándo van a seguir manteniendo el ritmo, porque es un problema la actualización, porque las constructoras cotizaron insumos importados. Hay una Ley de Obras Públicas que establece hasta dónde se puede modificar, pero además la situación se complica porque se criminalizó la obra pública con los hechos de público conocimiento en la Justicia. Entonces a los funcionarios nacionales les cuesta entender la necesidad de modificación».

Así, describió que las obras avanzan a menor ritmo: «En Paraná hay empresas que tienen ocho o 10 obras y reclaman; en Concordia, la empresa a cargo de la construcción de la planta potabilizadora pidió al Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enhosa) una actualización de presupuesto porque los actuales valores no se ajustan a la realidad», explicó, y acotó que por ejemplo, en la Capital del citrus han quedado desiertas las licitaciones de varias obras por el desajuste de valores.

Además, mencionó que hay empresas de Paraná que «han bajado unos 70 u 80 compañeros», en obras de infraestructura y de escuelas en la provincia.

«Las empresas primero largan a los trabajadores y luego proponen que les mejoren el presupuesto. Nosotros decimos que esto no sea una cortina de humo para despedir gente, pero ellos sostienen que no tienen para pagar».

Por último, el dirigente de la Uocra se mostró expectante respecto de la posibilidad de que tengan continuidad las obras en marcha, y que las que sean licitadas se ejecuten, pero afirmó: «Hay cuestiones para preocuparse. Lamentablemente por cómo se ha presentado la situación van a seguir registrándose problemas de empleo y de freno de obra cada día, porque resulta dificultoso actualizar los valores que se determinaron en cada caso», señaló.

(APFDigital)

 

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