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El lunes 23 sería el debate por el homicidio de Julio Trossero. Hay avanzados diálogos para un acuerdo entre la Fiscalía y los imputados. Los cuatro sospechosos confesarían el crimen en un juicio abreviado.

A pocos días de cumplirse un año del homicidio que conmocionó y movilizó a los habitantes de Seguí, se iniciará el juicio oral y público contra los acusados de matar a Julio Trossero durante un asalto.

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Sin embargo, según informaron a Uno fuentes judiciales allegadas a la causa, posiblemente no se llegue a un debate con declaraciones de testigos, investigadores e imputados, ya que hay avanzadas negociaciones para que los cuatro sospechosos confiesen el crimen en un juicio abreviado y acuerden con la Fiscalía cumplir distintas penas de prisión.

Se trata del santafesino Marcelo Payé, el policía de Paraná Camilo Santos, su padre Marcelo Santos y el joven de Seguí Rodrigo Leiva. Todos están imputados por el delito de Homicidio en ocasión de robo, por el episodio ocurrido en la noche del 14 de agosto de 2017. Se trató de una investigación compleja de la División Homicidios que al cabo de unos meses, tras seguir varias pistas, logró llegar a todos los involucrados, ya que al principio había solo dos.

Cabe recordar que el quinto imputado, Oscar Domínguez, ya acordó la pena de seis años de prisión al confesar su participación en el asalto a la vivienda rural pero no en el asesinato al joven. Su relato de cómo sucedieron los hechos resulta fundamental para la Fiscalía; ergo complicó severamente a los otros acusados. Además, está previsto que el joven remisero sea citado a declarar como testigo en el juicio, y no podrá mentir ya que se arriesgaría a una causa por falso testimonio.

Antes los imputados eran seis, pero uno fue sobreseído por haber demostrado su coartada: Martín Olmos estuvo aquella noche en Viale comiendo choripanes con amigos en una vivienda. Había sido involucrado en el hecho por Leiva, por motivos que se desconocen.

Según sostiene la Fiscalía a cargo de Paola Farinó, en base a las pruebas reunidas en la Investigación Penal Preparatoria, los cinco acusados tenían un plan en común y tareas acordadas para dar el golpe.

El sábado 4 de agosto a las 19.30, Domínguez pasó a buscar a Payé y otro santafesino, aún desconocido, por la terminal de ómnibus de Paraná, por pedido de los Santos, y luego viajaron a Seguí para dar el golpe, donde los esperaba Leiva.

De estos cuatros, el remisero se quedó esperando en el Chevrolet Onix a la vera de la ruta 32, a unos 500 metros del acceso a la localidad de Paraná Campaña, mientras los otros tres ingresaron a la vivienda. Maniataron a Trossero y a su madre, les exigían la entrega de dinero, golpearon al joven con un hierro en la cabeza y se retiraron.

Al principio, en medio del clamor de justicia y seguridad de los habitantes de Seguí, había sido detenidos, Leiva implicó a Olmos, quien resultó ser inocente. Con el avance de la investigación se pudo llegar a los demás.

Tres testigos complicaron a Domínguez. Se trata de jóvenes que estaban con él en una casa en la noche unas horas después del asalto mortal. Lo vieron que se apartó al recibir una llamada y escucharon en la conversación que mantuvo por celular, en la que hablaba del traslado de personas de Santa Fe, que se había ido todo de las manos, que al otro día se iban a enterar por televisión de lo que había pasado.

Entre las pruebas objetivas se encuentran las pericias telefónicas. Se supo que 15 horas después del asalto, el celular que le habían sustraído a Trossero se activó con otro chip en Santa Fe, según el informe de la empresa prestataria del servicio, en la celda de la antena donde vive Payé. Asimismo, se estableció que este y Domínguez mantuvieron asiduos contactos telefónicos los días previos, el 9, 10 y 11 de agosto.

La Fiscalía asegura que está demostrada la relación de estos dos acusados con Camilo y Marcelo Santos. Es más, Domínguez dijo que los conoce porque veía al policía y su padre asiduamente en el taller de Néstor Ponce, el mecánico asesinado pocos días después, el 26 de agosto, en la zona de O’Higgins y División de los Andes en Paraná, en un presunto ajuste de cuentas.

Pero todo esto y otros detalles podrían ser revelados y analizados en el juicio oral, salvo que se cierre la causa en un juicio abreviado, tal como se presume que sucederá. La fecha fijada para la audiencia de inicio del juicio es el primer día luego de la feria judicial, el 22 de julio.
De todos modos, no habrá nada firme hasta que el acuerdo se presente por escrito y firmado por todas las partes ante el ante el Tribunal integrado por José María Chémez, Carolina castagno y Daniel Malatesta.

Además tendrá un peso importante para aceptar o rechazar el mismo la palabra de los abogados querellantes Rubén Pagliotto e Iván Vernengo, quienes representan a la madre de Trossero, sobre si dan o no su consentimiento para el acuerdo.

Fuente: Uno.

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