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Se celebra la Semana del Parto Respetado y en María Luisa siguen recordando a Cristina Lechmann por su dedicación con miles familias que compartieron con ella la más hermosa de las alegrías: el nacimiento de un hijo.

 

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Del 17 al 23 de mayo se celebra a nivel mundial la Semana del Parto Respetado o Humanizado. El lema este año es «Mi decisión debe ser respetada».

En la Argentina, existe la Ley 25.929 sancionada y promulgada en 2004 y finalmente reglamentada en 2015, la cual defiende los derechos de las madres, los recién nacidos y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y post parto.

El Municipio de María Luisa rinde homenaje a Cristina Lechmann, que en su práctica profesional como enfermera, acompañó a más de 2.000 mujeres en sus partos, siempre respetando las leyes naturales y los derechos tanto de las madres como de los niños por nacer.

Su labor fue realizada tanto en esta localidad, en zonas rurales, como en localidades vecinas. “Es un orgullo para nosotros que nuestro Centro de Salud lleve su nombre”, indicaron desde el nosocomio.

 

Dedicación total

Cristina Lechmann nació en Aldea María Luisa el 26 de enero de 1908. Hija de Andrés Lechmann y Sofía Barón, realizó sus estudios primarios en la escuela fundada por Barbarita Schönfeld. A los 27 años, por sugerencia del Reverendo Padre Ricardo Roht, atento a la imperiosa necesidad de atender a los enfermos y especialmente a las parturientas de María Luisa y localidades vecinas, fue a estudiar enfermería y el oficio de partera al Hospital Provincial de Caridad Jaime Ferré, de la ciudad de Rafaela, en la provincia de Santa Fe.

El 23 de marzo de 1938, luego de tres años intensos en los que adquirió el conocimiento y una gran práctica, recibió la autorización para ejercer la actividad, de parte del Dr. Samuel Bosch, subdirector de esa institución.

A partir de entonces comenzó su tarea en la aldea. El 1º de mayo de ese año nació Reynaldo Ulrich, hijo de Pedro Ulrich y Paulina Enzenhofer. Cristina siempre recordó esa fecha con mucho cariño. Fue el comienzo de una larga y hermosa historia que muchas familias guardarán para siempre en su corazón.

 

2.000 partos

Desde ese momento hasta el 8 de diciembre de 1976, día en que nació Mario Ramón Sauer, hijo del matrimonio de Luis Sauer y Rosita Schonfeld, realizó más de 2000 partos, no solamente en Aldea María Luisa, sino también en Colonia Reffino, Merou, Las Delicias, Tezanos Pinto, Racedo, Villa Fontana, Sauce Pinto, San Benito, Oro Verde, Paraná y otras localidades más.

En 1954 el Gobierno Provincial, atento a las necesidades de la aldea, inauguró el Centro de Salud Dr. Herlich y Cristina fue nombrada responsable y enfermera.

Cristina trabajó con médicos muy recordados como los doctores Mussi, Teverosky, Blanco, Farías y Galizzi. Todos admiraban la dedicación total de Cristina para con los enfermos.

Artífice de la salud en este pueblo, su dedicación fue total y absoluta. Para ella no existía el frío, el calor, la noche o el día, siempre estaba dispuesta y sonriente, no importaba si era lunes o domingo y atendía en el horario en que el enfermo necesitaba la atención.

Durante 38 años fue la figura de la salud del pueblo, y también una luz de esperanza para muchos corazones pesados por las penas de la vida, la compañía sincera para otros en horas de dolor y la esperanza de todas las familias que compartieron con ella la más hermosa de las alegrías: el nacimiento de un hijo.

En 1975 accedió a su jubilación, pero siguió trabajando hasta el 8 de diciembre del año siguiente, en que realizó el último parto. Era el día de la Virgen, su confidente y asistenta de siempre. Cristina siempre contaba que antes de cada parto le pedía a la Virgen María que la asista, porque para ella la responsabilidad que tenía en sus manos era enorme y necesitaba de la protección de la “Mamá del Cielo”. Siempre comentaba que “sin ella no hubiera podido realizar tantas intervenciones, en situaciones tan difíciles”. Su fe enorme e inquebrantable llevaba serenidad y tranquilidad por sobre las creencias católicas o protestantes de los pueblos. Cristina aglutinaba estos sentimientos en una sola oración.

 

Recuerdo eterno

El 3 de septiembre de 1981 Cristina Lechmann se durmió en la paz del Señor, mientras estaba internada en el Sanatorio Adventista del Plata. Al otro día, en un homenaje sincero que simboliza el afecto de todo un pueblo, sus restos mortales llegaron a la Iglesia para su despedida final, pasando por un cordón formado por todos los niños de la escuela primaria, que con pañuelitos blancos en sus manitos en alto le tributaron su último adiós. Seguramente Cristina estuvo presente en los nacimientos de esos niños y también en los de la gran mayoría de sus padres.

No debe existir familia en todas las aldeas que no la recuerde. Imposible no recordarla, porque ella escribió parte de la  historia del pueblo.

Durante la fiesta del centenario de la Aldea María Luisa fue distinguida como una de las personalidades más importantes del siglo, distinción que compartió con Barbarita Schonfeld y Santiago Lechmann.

Aldea María Luisa tuvo en Cristina una persona que trabajó para jerarquizar la calidad de vida. Sin dudas, muchas personas como ella ayudaron a escribir hermosas historias, y la gente los recordará siempre por todo el amor y el sacrificio que pusieron para que otros puedan vivir mejor.

El 3 de septiembre de 2011 se cumplieron 30 años de su viaje a la eternidad. Si después de tanto tiempo permanece en el corazón de la gente, es porque dejó marcadas sus huellas en esta vida, y hoy puede disfrutar plenamente de la Paz del Señor.

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